💣 El círculo vicioso de los precios bajos: un peligro para toda la profesión
- Nathalie Ariey-Jouglard
- 12 abr
- 2 Min. de lectura

"Voy a bajar un poco mis precios para atraer más clientes".
Esta frase, que se dice en voz baja frente a una agenda vacía, puede parecer inofensiva… Pero en realidad es el punto de partida de un círculo vicioso que ahoga silenciosamente a toda la profesión de la peluquería canina.
Es hora de abrir los ojos y entender por qué bajar los precios para competir es una estrategia perdedora, tanto para ti como para los demás profesionales del sector.
📉 1. La trampa del precio como único criterio
Al bajar tus precios, enseñas a los clientes a comparar… únicamente por el precio.
Y así:
se deja de valorar la calidad del trabajo,
la experiencia del cliente queda en segundo plano,
y la seguridad del animal ni siquiera se toma en cuenta.
En la mente del cliente, un servicio de peluquería se convierte en un producto estándar, como un detergente del supermercado: sólo hay que encontrar el más barato.
Pero todos sabemos que una buena peluquería no es estándar ni intercambiable.
⚠️ 2. La presión se traslada a los demás profesionales
Cuando un peluquero baja sus precios en una zona determinada, los demás, por miedo a perder clientela, pueden sentirse obligados a hacer lo mismo. Incluso si tienen:
un nivel de servicio superior,
un método más respetuoso con el bienestar animal,
gastos diferentes (ubicación, material, formación…).
👉 Resultado: todos pierden parte de su margen, luego de su salario, y finalmente de su energía.
💥 3. Una carrera hacia abajo… que devalúa toda la profesión
Poco a poco, el oficio se vuelve menos rentable, menos reconocido y menos atractivo.
A los jóvenes les cuesta empezar, los profesionales con experiencia se agotan, y los clientes ya no comprenden el valor real de un buen servicio de peluquería.
Y lo peor es que esta dinámica termina por volverse en contra de quienes desean trabajar correctamente.
El cliente que ve una tarifa más alta pregunta:
"¿Por qué es más caro aquí?"
Pero la verdadera pregunta es:
"¿Por qué es tan barato en otro sitio?"
Un precio demasiado bajo suele esconder:
falta de formación continua,
falta de tiempo suficiente para hacer un buen trabajo,
riesgo para el animal,
imposibilidad de invertir en buenos productos o equipos de calidad.
🧭 4. Cambiar las reglas: una elección individual, un impacto colectivo
Aquí es donde tú juegas un papel clave.
Negarse a entrar en la guerra de precios bajos significa:
defender tu valor,
preservar tu salud mental y física,
contribuir a mejorar la imagen del oficio.
Cada profesional que dice:
"Esta es mi tarifa. Es justa y está bien pensada, porque me permite trabajar correctamente, cubrir mis gastos, cuidar de tus animales y vivir con dignidad."…ayuda a cambiar mentalidades.
💬 ¿Y ahora qué?
Si alguna vez has sentido esta presión, esta duda, este miedo a "no ser lo suficientemente competitivo", debes saber que no estás solo/a.
Cada vez más peluqueros/as están eligiendo otro camino: el de la calidad, la ética y la valoración del oficio.
¿Y si avanzamos juntos en esta dirección?
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