Episodio 4 – El cliente es el experto… de su propio perro
- Nathalie Ariey-Jouglard
- 21 jul
- 2 Min. de lectura

Como profesionales, es fácil pensar que sabemos más que el cliente. Y en muchos aspectos técnicos, eso es cierto: Conocemos los estándares, los tipos de pelo, las herramientas, los productos, los gestos precisos.
Pero hay un terreno en el que el cliente siempre será el mayor experto:
👉 Su propio perro.
Y esa sabiduría merece ser escuchada y valorada.
El cliente convive con su perro 24/7
Vemos al perro una o dos horas, quizás una vez cada 4 u 8 semanas. El cliente está con él cada día. Sabe:
cuándo le duele algo,
si está cansado o irritable,
cuándo un olor es diferente,
si una pata está más sensible,
si ha cambiado su comportamiento desde la última visita.
Percibe los signos sutiles, los pequeños cambios — a menudo antes que nosotros.
Lo que nos parece “normal” puede no serlo
Ejemplo:Un perro se muestra más nervioso en la mesa, cuando en la visita anterior estaba tranquilo.El profesional piensa: “Hoy está un poco estresado.”El cliente dice: “Desde hace tres días lo noto raro, creo que algo le molesta.”
Otro caso:El pelaje está apagado. El profesional piensa que es la muda. El cliente aclara: “Le cambiamos la comida hace una semana.”
👉 Un dato clave que no podríamos haber adivinado.
¿Cómo integrar el conocimiento del cliente?
Hacer preguntas abiertas en cada cita
“¿Cómo le fue con el último baño?”
“¿Ha notado algún cambio en su piel o comportamiento?”
“¿Se rasca más de lo normal?”
“Parece un poco tenso, ¿eso es nuevo?”
No minimizar lo que el cliente dice
Incluso si todo parece bien, si el cliente señala algo, recíbelo como una pista, no como una queja.
Compartir tu punto de vista, sin imponer
Puedes decir:
“Entiendo lo que observa, y esto es lo que noto yo.”
Crear un diálogo, no una confrontación.
El binomio cliente-perro es una fuente de información valiosísima
Cuanto más trabajamos en colaboración con el cliente, más:
eficaz,
personalizado,
y respetuoso es nuestro trabajo.
Un perro no es solo pelo. Es un ser vivo, con historia, rutina y emociones.Y nadie conoce mejor ese mundo… que su humano.
Nos vemos el próximo lunes para el Episodio 5:
“Aceptar críticas constructivas (aunque duelan)”
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