Episodio 6 – Cómo reparar un error sin perder la dignidad
- Nathalie Ariey-Jouglard
- 4 ago
- 2 Min. de lectura

Los errores ocurren. Incluso a los mejores profesionales. Un malentendido, un gesto apresurado, un detalle olvidado, una mala interpretación… y el cliente no queda satisfecho.
Es un momento incómodo que muchos temen, porque nos enfrenta a una situación delicada:
Reconocer un error sin quedar mal.
¿La buena noticia? Se puede corregir sin perder credibilidad. Y en muchos casos, esto fortalece la relación con el cliente.
¿Por qué nos cuesta tanto admitir un error?
Porque parece una muestra de incompetencia.
Porque tememos perder la confianza del cliente.
Porque sentimos vergüenza o rabia con nosotros mismos.
Pero admitir un error con profesionalismo no es humillante. Al contrario, es una forma de mostrar integridad, seriedad y respeto.
¿Qué errores se pueden corregir y cómo?
1. Corte demasiado corto
No tiene arreglo.Pero sí puedes:
reconocer que el resultado no fue el esperado,
explicar lo que pasó (sin excusas),
ofrecer una atención o detalle en la próxima visita.
👉 Lo esencial es escuchar y validar la decepción del cliente.
2. Un descuido o zona mal trabajada
Uña sin cortar, pelo desigual, oreja sucia.
Puedes:
corregir de inmediato,
disculparte sinceramente,
prometer una revisión más cuidadosa la próxima vez.
👉 Bien gestionado, muestra compromiso y humildad.
3. Reacción a un producto (rojez, picor, etc.)
Incluso los productos naturales pueden provocar reacciones.Debes:
tomarlo en serio,
ofrecer consejos calmantes,
proponer una alternativa la próxima vez.
👉 El cliente no espera perfección, pero sí una respuesta rápida y humana.
Pasos para reparar sin perder la cara
Escuchar sin interrumpirDeja que el cliente se exprese, incluso si está molesto.
Reformular lo que te dice para demostrar comprensión
“Entonces, lo que más le molesta es la longitud en las patas, ¿verdad?”
Expresar un verdadero arrepentimiento
“Lamento mucho lo ocurrido. Entiendo su decepción y la respeto.”
Proponer una solución concretaAunque no sea perfecta, la intención y la acción marcan la diferencia.
Hacer un seguimientoUn mensaje después, una nota en su ficha, un gesto en la siguiente cita: eso demuestra que te importa de verdad.
En resumen
Reparar un error no es fracasar. Es demostrar madurez profesional, respeto y vocación de servicio.
Los clientes no se van por un error. Se van cuando el error se niega o se ignora.
Nos vemos el próximo lunes para el Episodio 7:
“Cuando el cliente exagera… pero tiene algo de razón”
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