🚫 ¿Hay que aceptar todas las solicitudes? Aprender a decir no para proteger tu negocio
- Nathalie Ariey-Jouglard
- 24 jul
- 2 Min. de lectura

Cuando comenzamos en este oficio, a menudo tenemos miedo de decir que no.
Miedo a perder un cliente. Miedo a quedar mal. Miedo a dejar pasar una oportunidad.
Pero lo cierto es que…
Decir no en el momento adecuado es un acto de protección.
De ti, de tu negocio… y a veces, incluso del propio animal.
Aquí te explicamos por qué no tienes que decir que sí a todo — y cómo aprender a decir no con firmeza y profesionalidad.
🧨 1. Algunas solicitudes amenazan tu equilibrio
“¿Puedo venir a las 21h?”
“¿Puedes coger a mi perro grande y lleno de nudos justo antes de cerrar?”
“No tengo mucho presupuesto… ¿me haces un precio especial?”
👉 Si dices sí a todo, acabas agotado/a.Y cuando estás al límite, no puedes ofrecer el nivel de calidad que deseas.
Decir no es cuidar tu energía, tu tiempo y tu pasión por el oficio.
🐕🦺 2. Algunos animales suponen un verdadero riesgo
Un perro que muerde, un animal anciano o muy nervioso, un gato que no está acostumbrado a ser manipulado...
Todo eso requiere formación, experiencia, más tiempo, y a veces material específico.
👉 Si no estás preparado/a o no te sientes seguro/a, tienes todo el derecho —y el deber— de rechazar.
No es un fracaso.
Es una muestra de madurez profesional.
❌ 3. Decir no no es ser maleducado — es poner límites
Decir no con respeto significa decir sí a:
una relación sana con el cliente,
límites claros,
un trabajo de calidad,
y un negocio duradero.
Puedes decir, por ejemplo:
“Entiendo lo que me pides, pero no puedo ofrecerte ese servicio en buenas condiciones.”
O también:
“Eso no entra dentro de lo que ofrezco, pero puedo recomendarte a un/a colega de confianza.”
🧠 4. Decir sí a todo daña tu imagen profesional
Un cliente que siempre quiere todo a última hora, o que regatea tus precios, no valora realmente tu trabajo.Te ve como alguien “disponible a cualquier precio”.
Y eso perjudica tu imagen, tu autoridad y tu reputación.
👉 Poner límites te posiciona como un/a profesional que conoce su valor —Y eso es justo lo que buscan los buenos clientes.
✨ En resumen
Decir no es:
elegir a tus clientes,
proteger tu salud,
garantizar la seguridad del animal,
y respetar tu oficio.
No es rechazar.
Es afirmar.
Tus límites, tu profesionalidad, tu visión.
💬 ¿Y tú? ¿Cuándo aprendiste a decir que no? ¿Notaste un cambio en tu bienestar o en tu clientela? Cuéntanos tu experiencia 👇
Comentários