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Respirar entre pelos, sprays y secadores

Nathalie Ariey-Jouglard
25 sept
2 Min. de lectura

Cada día, los peluqueros trabajan en una nube invisible de pelos, polvo y partículas. A esto se suman los aerosoles procedentes de sprays, champús vaporizados y productos químicos. Finalmente, el ruido y la potencia de los secadores y sopladores dispersan aún más estas micropartículas en el aire.

Cuando el aire del salón se convierte en un riesgo

Muchos profesionales informan de:

Alergias respiratorias (estornudos, secreción nasal, ojos irritados),
Tos crónica o bronquitis repetidas,
Crisis de asma agravadas por la exposición diaria,
Sinusitis persistentes, a menudo vinculadas a los pelos y el polvo en suspensión.

A veces estas afecciones se minimizan, pero a largo plazo comprometen la salud pulmonar y la calidad de vida.

Productos y aerosoles: un cóctel invisible

Además de los pelos y el polvo, los productos utilizados en los salones desempeñan un papel fundamental. Sprays desenredantes, lacas o desinfectantes liberan sustancias en el aire que, inhaladas a diario, debilitan las vías respiratorias.

Prevenir en lugar de sufrir

Es posible reducir estos riesgos adoptando buenas prácticas:

Ventilación y filtración: airear regularmente y utilizar purificadores de aire,
Protección respiratoria: usar mascarillas adecuadas en las tareas más expuestas,
Elección de productos: dar prioridad a fórmulas menos irritantes y limitar el uso de aerosoles,
Organización del trabajo: alternar las tareas para reducir la exposición continua.

El papel de IGS 2026

La encuesta mundial IGS 2026 tiene como objetivo medir la magnitud de los trastornos respiratorios en los peluqueros e identificar los productos, gestos y situaciones de mayor riesgo. Los resultados servirán para sensibilizar a las marcas, distribuidores e instituciones sobre la urgencia de mejorar la calidad del aire en los salones.